Lo último que esperas después de hacerte un piercing es acabar con un bulto en el piercing.
Cuando ves por primera vez ese bulto, es natural que te preocupes porque no es en absoluto el aspecto que querías tras hacerte tu nuevo piercing.
Si quieres conocer toda la información sobre los bultos de tu piercing, qué las provoca y cómo desterrar a estos antiestéticos e inoportunos invitados, lee nuestro siguiente artículo.
¿Qué es ese bulto en el piercing?
Los piercings pueden llegar a tardar hasta seis meses en curarse por completo.
Durante este tiempo, es probable que vea una serie de cosas que pueden hacerle sentir incómodo :
- Enrojecimiento
- Hinchazón
- Algunas hemorragias
- Pus
- E incluso costras
En ocasiones, también puede descubrir que le ha aparecido un bulto en el piercing
Ese bulto hinchado suele ser :
- Una pústula
- Un granuloma
- Un queloide
Vamos a explicarte que son cada uno de esos bultos.
Granulomas
Incluso cuando el piercing lo realiza un profesional cualificado, que sigue todos los procedimientos y normas de higiene, pueden surgir problemas que no habíamos previsto.
Uno de los más comunes es el granuloma, una protuberancia parecida a una cicatriz (pero no lo es), que puede aparecer cerca de cualquier tipo de piercing.
Veamos juntos qué es, si hay formas de tratarlo y si debe ser tratado por un profesional.
¿Qué es un granuloma?
Se trata de una neoplasia benigna (en el sentido de que no es un tejido canceroso) que puede formarse en presencia de cualquier tipo de herida, y por tanto no sólo del piercing.
Dado que el piercing es, como ya hemos repetido varias veces en estas páginas, nada más que una herida, el problema del granuloma puede surgir sin lugar a dudas.
El granuloma está formado por células que se han formado con fines de cicatrización, pero que por diversas razones se han vuelto hipertróficas y, por tanto, han aumentado tanto en número como en tamaño.
Esto da lugar a la masa roja brillante que desgraciadamente podemos ver alrededor de nuestro piercing.
La granuloma no es una infección
Aunque es un problema que puede surgir de una infección, el granuloma no es necesariamente una indicación y señal de una.
Por este motivo, es ciertamente necesario buscar la ayuda de un médico o dermatólogo que, una vez que haya examinado cuidadosamente el caso, determine si se trata o no de un granuloma.
¿Cómo tratar un granuloma?
El granuloma requiere un lavado con suero fisiológico o, mejor, con una solución salina hipertónica.
Estos productos suelen ser inofensivos, aunque deben utilizarse bajo consejo y supervisión médica.
Esto es muy importante, ya que evita que el problema se agrave en lugar de resolverse.